O Forno de Catuxa - Lugo, Lugo

María Martínez Guntín

Un lugar al que regresar. Al mimo por cada detalle se suma la pasión de sus gerentes por hacer que los huéspedes se sientan como en casa. El lugar es idílico, un remanso de paz rodeado de naturaleza y a un paso de la ciudad de Lugo. Merece la pena desconectar en O Forno de Catuxa porque es un privilegio encontrar una casa rural de estas características.

Fran Ibanez

Es un verdadero refugio de tranquilidad y encanto rural. Los dueños, Marga y Miguel, son unos anfitriones excepcionales, siempre atentos a cada detalle para que tu estancia sea perfecta. Desde el primer momento te hacen sentir como en casa con su cálida hospitalidad.

Los espacios comunes interiores son increíblemente acogedores, ideales para relajarte después de un día explorando la zona. Los exteriores, llenos de plantas y amplias zonas de césped, son perfectos para disfrutar de la lectura de un buen libro rodeado de naturaleza.

La restauración de los edificios del complejo es simplemente exquisita. Han logrado una combinación perfecta entre la modernidad y la esencia de las construcciones rurales con siglos de historia. Cada rincón del alojamiento refleja un profundo respeto por el pasado, sin sacrificar las comodidades actuales.

Este es el lugar ideal tanto para conocer la zona y sus alrededores, como para utilizarlo como punto central para descubrir Galicia. No hay nada como regresar a este rincón mágico después de cada excursión. Además, los desayunos son una delicia, con productos locales, e incluso recién cogidos de la huerta. Sin duda, un lugar donde el tiempo parece detenerse y donde cada detalle ha sido cuidadosamente pensado para ofrecer una experiencia inolvidable.

x y

No creo que tenga palabras para describir la maravillosa experiencia que es alojarse en O forno de Catuxa.
Desde el primer momento Marga y Miguel te reciben como si fueras un amigo de toda la vida, priorizando siempre que te sientas cómoda y como en casa.
Tanto el interior como el exterior de la casa están cuidadosamente decorados, respetando las cualidades tradicionales del hogar a la vez que introducen obras de arte más modernas. Son zonas sumamente encantadoras que te invitan a recorrerlas, eligiendo pequeños rincones para descansar y desconectar.
Otro punto a destacar son los maravillosos desayunos muy diversos y con productos autóctonos excelentes.
En conclusión, una experiencia totalmente recomendada y, en nuestro caso, no dudaremos en repetir en cuanto tengamos la oportunidad.

Marta Joaquin

Un lugar deslumbrante impregnado de un brillo mágico, con un encanto peculiar y atractivo que transmite una sensación de paz y tranquilidad.
Está encantadora casa es increíblemente vibrante en cada rincón fluye una energía de manera contagiosa que te atrae y cautiva de manera irresistible.
Los exteriores son evocadores y fascinantes con sorpresas visuales a cada paso encontrando esculturas mágicas.
Es sin duda el lugar perfecto para desconectar, relajarse y recargar las pilas

Manuel Antonio Fernández Piñeiro

Un lugar con encanto, repleto de gusto por todos lados, calidez y tradición se aúnan para formar un conjunto mágico que te rodea.
Ideal para desconectar de una semana de trabajo.
Su ubicación es estratégica: a las afueras de Lugo, lo que garantiza tranquilidad, pero a su vez, a poca distancia de los principales atractivos de la ciudad.

Los espacios comunes son para verlos, una altísima sala de comedor con unas vidrieras emplomadas con motivos locales le dan un toque fantástico y único a la hora del desayuno.
Que decir de los desayunos, geniales, abundantísimo; desde el café recién hecho a las tostadas o los bizcochos caseros.

María Elena

No tengo más que palabras de elogio para recomendarla. La ubicación es perfecta, cerquita de Lugo pero lo suficientemente apartada. Es la casa rural más bonita en la que he estado nunca, con diferencia. Estuvimos varios días y se hicieron muy cortos.

Edgar Tarrés Falcó

Estos días estoy viendo lugares con mucho encanto, pero el que más, O Forno de Catuxa.
.
Si vais por Lugo, os lo recomiendo. Tranquilidad, arte, naturaleza se combinan en esta antigua casa rural de Marga y Miguel que, con mucho amor, han conseguido crear este espacio tan singular. Han integrado tecnología a piezas de más de cien años de forma extraordinaria y sutil con que facilitar la estancia, y sin dejar de sentir las sensaciones de estar en una antigua casa auténticamente gallega. Con sus detalles; su historia; arte local… y como no, energéticamente sostenible.
.
He pasado un par de noches y la verdad es que he estado muy bien. Todo comodidad, un desayuno espectacular, el trato muy humano y cálido, y sobretodo, esa sensación que el tiempo no pasa, que tienes tiempo para ti. Segurísimo, que volveré.

Chus Torres

Un lugar de ensueño, paz, tranquilidad, entorno mágico y magnífica acogida.
Desde el minuto uno te sientes como en casa, pero con esa sensación de escapar y soñar, el tiempo se detiene.
La finca es muy bonita, no os podéis imaginar hasta que punto han cuidado los detalles en las construcciones.
La casa es preciosa, muy acogedora y con todas las comodidades.
Un entorno con magia, silencioso y buenas vistas.
Maravillosa casa y lugar, recomendable 100%