La Posada del Pintor - Las Quintanillas, Burgos

La Posada del Pintor es un hotel encantador ubicado en el corazón de Las Quintanillas, Burgos, España. Con una dirección conveniente en la Calle Mayor, 8, 09131, este hotel es fácilmente accesible y ofrece a los huéspedes una experiencia única y relajante.

Una de las principales características de La Posada del Pintor es su ambiente cálido y acogedor. El hotel cuenta con habitaciones cómodas y espaciosas, diseñadas para garantizar una estancia agradable y memorable. Los huéspedes pueden disfrutar de camas cómodas, baños modernos y una variedad de comodidades para hacer su estadía aún más placentera.

Además de sus habitaciones, La Posada del Pintor también ofrece una variedad de servicios y comodidades para sus huéspedes. Esto incluye conexión Wi-Fi gratuita, un delicioso desayuno continental, y una ubicación conveniente cerca de varias atracciones turísticas locales.

La ubicación de La Posada del Pintor es realmente excepcional. Ubicado en el centro de Las Quintanillas, el hotel está cerca de una variedad de restaurantes, tiendas y otros lugares de interés. Los huéspedes pueden visitar fácilmente lugares emblemáticos como el Monasterio de Santo Domingo de Silos, el Parque Natural de Montes Obarenes, y el Castillo de Frías.

La Posada del Pintor ha recibido excelentes críticas de los huéspedes anteriores. Con 76 valoraciones en Google My Business, el hotel tiene una opinión media de 4.4/5. Los huéspedes han elogiado la amabilidad y el servicio del personal, la limpieza de las habitaciones y la excelente ubicación del hotel.

Opiniones de La Posada del Pintor

Ana Maria S

Casa decorada con buen gusto x sus encantadores dueños: Blanca y Jesus que es un pintor con talento que plasma su obra en este lugar como si se tratase de una galeria de arte. Ambos son agradables, amables y atentos, gente entrañable. La casa tambien tiene un jardin muy majo. Jesus nos preparo una rica cena muy equilibrada. Una sugerencia, aunque el desayuno esta bien se echa en falta algun dulce casero.|Mi marido y yo nos llevamos una impresion fantastica d la estancia. Nos hubieramos quedado mas pero teniamos que seguir caminando hacia Santiago.|Sitio super recomendable x calidad, precio y trato familiar.

Marta C

Una posada fantástica, hacía mucho que no encontraba un sitio tan agradable. Teníamos una habitación cuádruple (2 adultos y2 niños) reservada y fue una grata sorpresa tener dos habitaciones separadas por un baño, je je, juntos pero no revueltos. Los dueños Blanca y Jesús muy pendientes de que todo fuera de nuestro agrado. El desayuno, todo muy rico. 100% recomendable.

Daniel C

Esta posada tiene mucho encanto. Como su propio nombre indica, Jesús, el dueño, es pintor y toda la posada está repleta de cuadros de todo tipo que le dan un toque único, la mayoría son pintados por él. La posada es un caserón muy antiguo con un toque muy peculiar, no tiene las facilidades de un hotel (TV, teléfono, muchos enchufes...), pero no hace falta. Está en un pueblecito pequeño Quintanillas, entorno muy tranquilo. Desde nuestra habitacion se veia la iglesia del pueblo. Las zonas comunes: comedores, salón, pasillos, patio con cesped (y gallinas sueltas), porche, son muy agradables. El desayuno incluído está muy bien. La relación calidad-precio casi imbatible. Los dueños muy atentos y cercanos. Hacen cenas, y el propio dueño cocina y es un gran cocinero, aunque bajo mi punto de vista, y aunque comimos muy bien, el precio no se ajusta a lo que se sirve, (20-22eur), pero bueno decir que el trato es muy personalizado. Me hubiera quedado más dias. ||Por decir algo que para estancias cortas no hacen las habitaciones, las almohadas eran muy finas, y por la mañana hay muchos pájaros que te despiertan (está cerca del campo claro,,,)

M.LOURDES B

Casa centenaria, adecuada como posada pintoresca.La distancia a Burgos es de 21 kms. Los dueños Jesús (que es el pintor) y Blanca, derrochan amabilidad y simpatía. Te hacen sentir como en tu propia casa, donde tienen cada estancia decorada con toda clase de detalles y con los cuadros de Jesús. Cada habitación es diferente y tiene un nombre. Dispone también de un jardín con gallinero, y zona de mesas. Allí estuvimos en el silencio de la noche, contemplando estrellas. El pueblo es pequeñito y muy tranquilo. Nos marchábamos antes de la hora del desayuno y nos permitieron acceder antes de tiempo para poder hacerlo. Encantadores ellos y la casa.

Juan Esteban M

Bonito establecimiento con muchos detalles y un estado de conservación muy bueno. ||El trato es familiar y cordial, por lo que te sientes muy cómodo.||El desayuno es correcto y con café de "puchero". ||Las habitaciones son amplias y cómodas pero lo único negativo serían el tamaño de las almohadas y los muelles del colchón.

Silvia R

Increíble, después de leer las opiniones está todo dicho, Blanca y Jesus te hacen estar en casa. La posada es pintoresca a la par que acogedora. Muy limpio y cuidado hasta el último detalle. Hemos ido con dos niños y la bohardilla que tienen habilitada para familias no podía ser mejor. Esperamos volver y si lo hacemos sin dudarlo será en esta posada

ANA MARIA ESTEBAN GARCIA

5/5

Ha sido un placer haber estado en esta casa. Conserva todo el encanto de una casa centenaria pero acomodada al tiempo actual. Los caseros, Blanca y Jesús, un encanto de pareja. Super cordiales, serviciales, amables... La casa es toda ella una galería de cuadros fantásticos. El pueblito es una pasada, pequeño pero muy bonito. RECOMENDADO !!

Alberto C

Cuando Blanca te abre el portón de la Posada entras en otra dimensión de tiempo y espacio. Primero al charlar con ella y luego al admirar los cientos de obras que Chuchi, su marido, tiene colgadas por las paredes interminables de la casona. Parece que les conoces de toda la vida y que ¡por fin! has llegado para disfrutar de la paz de la posada burgalesa que ellos cuidan con mimo. La mayoría de sus clientes son centroeuropeos gracias al boca a boca. Y llegan aquí buscando el lenguaje universal de los detalles que los dueños practican con esmero. Un lujo al alcance sólo de personas con sensibilidad. Abstenerse los mediocres sin gusto que no busquen la paz de las cosas cotidianas. Sencillamente genial.