La Casona del Prado -Albergue para grupos cerca de Madrid - Riaza, Segovia

NURIA PEREZ PRADA

Grupo de 36 personas de todas las edades .
Pasamos cinco días geniales gestionados en todo momento por nosotros y con todas laa facilidades por parte de.los responsables del albergue.

Comida excelente y trato aún mejor.
Gracias a Javier y todo su equipo por su amabilidad y saber hacer.

Maria García

Este sitio es fantástico y el personal es verdaderamente encantador, la comida está buenísima y están disponibles siempre que lo necesites.
Se adaptan a cualquier necesidad en cualquier momento.
Ya tenemos fecha para volver!

Pablo Martín

Es ideal para pasar unos días en familia. Llevamos unos años yendo, tanto en verano como en fin de semana de otoño. Es ideal para desconectar de todo.
El entorno es muy bonito, la relación calidad precio es muy buena y la atención del personal es fantástica. Siempre atentos a lo que puedas necesitar y con una sonrisa en la cara.
Vamos con niños de todas las edades y terminan encantados todos.
Muy recomendable!!

Gerardo Rico Lobo

Es mi segunda vez en este sitio y con un grupo de estudiantes hemos pasado un fin de semana excelente. La comunicación con Javier clara, muy amable y sencilla y siempre con la intención de facilitar la estancia. La atención del personal en la casa impecable y siempre con una sonrisa en la cara. Cualquier cosa que necesitáramos estaban dispuestos a ayudarnos.

La casa genial, grande y con espacio para todos. Además, la comida muy buena y con opciones para todo tipo de dietas.

Muchas gracias por todo

lucia m

Estuvimos con ESN UCM (Erasmus Student Network) en el albergue para poder celebrar un fin de semana de integración con Erasmus. Todo fue muy bien, el personal fue encantador y ayudó a que todo fuera sobre ruedas. Comida riquísima y casera y una atención personal y cercana. Sin duda nos quedamos muy satisfechos y satisfechas, si podemos, ¡repetiremos!

Agrupación Deportiva

Hemos estado por segundo año consecutivo de campamento con 40 niños/as de primaria una semana en La Casona. Quería comentar que la atención de Veli ha sido maravillosa, siempre atento y dispuesto para solucionar cualquier eventualidad que nos ha surgido y ha hecho que podamos pasar unos días magníficos.
La comida excelente y muy variada. Nos concedieron una parte de la casona para estar ubicados con los niños/as todos/as cercanos y con la distribución que queríamos. La piscina le da un plus, ya que hace mucho más llevadero este calor en verano.
Por último dar las gracias a Javier, que nos facilita toda la logística y gestión para hacer todo mucho más llevadero.

Pierrr

Pésima atención a las habitaciones, camas roñosas y denigrantes.
Los suelos y paredes llenos de suciedad y a recalcar el suelo con manchas de líquido sucio, partes del pasillo pegado con celo y las habitaciones con marcas de brochas en la pared.
El balcón no se cierra y el frío entra, con solo 5 mantas en una habitación de 6 personas y las sábanas no estaban ni puestas. Las almohadas eran amarillas y los colchones rotos y sucios.
Literas altas sin escalera.
Ventanas sin persianas y era inevitable despertarse a madrugada.
Los baños sucios y sin atención y olor a legía. Sus radiadores pésimos, y con manchas de agua sucia.
Mediocre menú, macarrones picantes y agua mala. Nos alimentamos a base de pan.
Me daria vergüenza mantener este local.
Vamos, que solo pasamos una noche ahí pero para volver me tendrían que pagar.

Jorge Rodríguez

En general, el sitio se ve bien en fotos, pero cuando entras de verdad, te das cuenta de una cantidad de cosas que no puedes ver en realidad como que las zonas del suelo pegadas a la pared están llenas de trozos de yeso o que las puertas ni cierran, así que cualquiera puede entrar mientras duermes o estás cambiando te de ropa. Quiero decir que no hay nada de privacidad. Además de que las puertas se abren solas.
Los baños olían a lejía a tope y ni siquiera las puertas del váter se cerraban.
Las literas no tenían ni escaleras para subir o bajar ni un seguro a los lados. Si alguien se movía al dormir no podía dormir arriba.
Otra cosa mala es que la comida era malisima. Unos macarrones con carne que no se podía comer y unas salchichas que no estaban mal, pero claro, son de esas salchichas baratas cuadradas que se hacen con una pasta de restos de vacas, pollos y de más.
También estaba el jardín, un lugar grande y tranquilo con unas canchas deportivas. Dos de fútbol y una de voleibol, una piscina y además desde un sitio se podía oir el rio Riaza. Pero que no te engañen,
estaban a punto de caerse. Las redes estaban rotas y rocosas y unos postes oxidados y una piscina que nos prometieron que podríamos usar, pero al llegar no nos dejaron.
Tampoco había personal, solo unos dos o tres cocineros, pero nadie al servicio de habitaciones o al cuidado del jardín.
Pero si es verdad, que era un lugar tranquilo si no viajas con alguien ruidoso.