Abadía Retuerta LeDomaine - Sardón de Duero, Valladolid

Inmita Rodriguez

Un sitio precioso. Atención correcta del personal pero la comida escasa y cara(eso ya lo sabes antes de ir) no se ajusta el precio a la calidad. Pedimos un pulpo q nos recomendaron y dudamos entre sí era rejo o lo habían dejado en el horno demasiado tiempo. Por lo demás un sitio especial

iferos12

Es un lugar único con un personal excepcional, su amabilidad y atención hacen que tu estancia sea aún más maravillosa. Es un hotel donde disfrutar de la tranquilidad y paz que transmite. Además de su cocina exquisita y cómo no su gran bodega.|Ofrecen servicios únicos por lo que la experiencia es igualmente única.|En esta ocasión me quedo con el maravilloso concierto de piano en el salón chimenea.

Rebeca Sanabria Vicente

Reservamos para la visita a la bodega y fue totalmente un acierto. Nuestro guía fue Chisco y fue una auténtica maravilla, explica y transmite su pasión por el vino. Es notable que le encanta su trabajo y que quiere que salgas de la abadía con ganas de volver como así ha pasado, porque volveremos.
La abadía es un lugar fascinante y la ruta en coche por los viñedos es gourmet.
Tras finalizar la visita pasamos al momento de cata de vinos, inmejorable.

mcastroabella

Maravilloso desde que llegas, es un sitio espectacular y el trato también lo es, el personal es super amable y cuidan todos los detalles. La habitación espectacular, no le falta detalle, es la excelencia en todo, comida fantastica (2 soles Repsol) la visita a las bodegas también muy recomendable y el spa también esta genial. Creo que es un 5 estrelas en toda regla, relax en estado puro. Y lo mejor la abadia que es preciosa

jcmvaz

Nada más llegar, la entrada con el camino de árboles y la lavanda y el edificio al fondo resulta diferencial. El servicio es de lujo, como se espera en este establecimiento, y reciben muy agradables recogiendo las maletas y ofreciendo una toallita y un muy buen mosto. Tras enseñarnos la habitación, acudimos a almorzar a la Vinoteca, un espacio cálido, donde nos encantó la cecina de buey El Capricho y un risotto con espárragos y champiñones excelente. Merece la pena disfrutar de su vino Pago de Valdebellón y el pan de masa madre de su obrador. La iglesia, que es visitable a casi cualquier hora, es otro espacio a descubrir, tanto durante el día como con las velas que colocan por la noche. Y en el bar con piano en torno al claustro y sillones de cuero merece la pena tomar una copa y disfrutar del espacio. También probamos el spa, con un muy buen profesional que explica todas las opciones de circuito y tratamientos, y a destacar las duchas de experiencias, como la vaporizada de lavanda. Con el calor que corresponde a esta época, es otro placer disfrutar de la piscina al aire libre, con un socorrista muy agradable, sombras y hamacas cómodas. La cena, en el jardín del claustro, fue también muy agradable y a destacar la chuleta de vaca de 40 días con pimientos del padrón y patatas fritas, una carne que pedí al punto, de enorme calidad y muy bien hecha. Correr por la mañana junto a los viñedos, viendo además a los trabajadores que los estaban poniendo a punto a primera hora, es otra experiencia única. Lo único que no nos gustó fue el desayuno, también en el espacio de jardín del claustro. Había chicos muy jóvenes e inexpertos, bastante lentos, venían con la bandeja temblando, transmitían que estaban poco maduros para un servicio de lujo. Viva la juventud y todos hemos empezado algún día, pero no todos juntos en un establecimiento así donde vendes excelencia. Un desayuno a la carta tiene que ser dinámico y estar atentos a que no falte de nada. Pusieron el pan y el croissant, a los 10 minutos la mantequilla cuando el pan estaba frío... y así todo. Si mejoraran esto, experiencia lo más perfecta que se puede ofrecer en un hotel. Detalles como minibar gratuito, bienvenida con crema de queso y cerezas y una botella de vino.

Miguel Bressel

Servicio y trato impecables por parte del personal durante toda la estancia. Un lugar maravilloso donde retirarse y poder disfrutar del silencio y la tranquilidad, acompañados de comida exquisita y de un muy buen vino.

Agradecimiento especial a Iván, de Refectorio, a Isa, de Vinoteca, a Raquel, la gobernanta, y a Rosa, de recepción.

Ha sido un verdadero placer. Volveremos sin duda.

José Manuel Lozano

Es un lugar espectacular no sólo por el entorno y el hotel sino por la experiencia que ofrece. No está al alcance de todos los bolsillos pero merece la pena cada euro que se paga para disfrutar de una experiencia única y más si te gusta el "mundo del vino". Sus vinos de los mejores del mundo, su experiencia culinaria muy interesante y atractiva llena de sabores y tintes de la zona.
Destacar el servicio no solo por el abundante personal que te rodea o por su amabilidad, sus preparación y conocimiento de la Experiencia Abadía Retuerta lo pone en los mejores que he vivido.
Muy recomendable, y por lo menos vivir una vez en la vida.

En este viaje no hemos visitado la bodega, la visitamos el año pasado pero combinadas enriquece mucho.

Diego Giménez Carbonell

Con diferencia la mejor experiencia que he tenido en un hotel. La atención del personal es más que excepcional, están constantemente preocupados por el bienestar del huésped. Los restaurantes son estupendos, cada uno con su ambiente propio, cada cual con más encanto. La bodega es realmente buena, y si hablamos de la calidad del restaurante Michelin, como no, de nuevo excepcional. Lo más destacable del hotel es su entorno y el ambiente en todas sus estancias, es mágico. Ha sido nuestra primera visita pero estoy convencido que tomaremos como tradición escaparnos unos días cada año. Gracias por todo.